Recuperar el bienestar físico, mental, espiritual y emocional, mediante la Naturaleza. Extraer de las plantas medicinales su esencia , mediante los procesos espagíricos, que nos permiten aprovechar al máximo los poderes curativos que poseen. Dios desparramó en nuestro entorno millones de plantas que nos pueden ayudar a encontrar la armonía en nuestra salud, sin envenenarnos con toxinas y medicamentos de laboratorios. El buen uso que hagamos de ellas puede aliviar nuestras dolencias y ayudar positivamente en cualquier tratamiento. Por ejemplo, el cannabis, la caléndula, el llantén, el diente de león, el tomillo, el cedrón, el poleo, el hammamelis, etc., cuyos efectos
medicinales son bien conocidos en el apoyo de muchas terapias.