PIEDRAS
Todos los hombres que pasaron por mi vida,
se fueron lejos para nunca regresar,
cubrí el vacío que dejaron al marcharse,
con un duro y pesado pedregal.
Pasaron lunas y soles y tormentas.
Pasaron fríos, calores, madrugadas.
Pasaron muchas y muchas primaveras,
e intentaron regresar a mi morada.
Pero en mi nido tan sólo quedan piedras,
que se amontonan sin dejar lugar.
Yo no las saco,
dejo que permanezcan
porque son fieles y no saben traicionar.
Cuido mis piedras para que ninguno
de los ausentes encuentre su lugar,
porque se bien que si lo permitiera,
otra vez me podrían traicionar!
Marta Sanz - Año 2009
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